El molino es una infraestructura básica que ha formado parte de nuestra agricultura desde el Neolítico. Esencial a la hora de moler el cereal, con el paso de los años y el desarrollo de la tecnología los molinos pasaron a proporcionarnos electricidad mediante generadores y elementos de la naturaleza como el viento o el agua.
Mianos también dispuso de molinos que, en su día, abastecía de alimento a la población. Estos molinos se cedían a particulares para que los mantuviesen y, al mismo tiempo, éstos se quedaban con cierta parte de lo producido, tal y como te contamos en nuestro apartado sobre Mianos en la Edad Media:
En 1233, Vallesius de Bergua dona al monasterio una heredad en Castiello con sus derechos y el molino de Aso, situado en el término de Mianos, con la condición de que mientras viviesen él y su mujer Catalina pudiesen quedarse con la mitad de lo que produjese el molino.
Estos molinos se encontraban en la parte inferior del pueblo, cercano al Camino de Santiago y del río, en su emplazamiento original. Cabe recordar que Mianos se encontraba, en origen, en ese mismo lugar hasta que la incursión del rey García de Navarra hacia el 1137 por la Jacetania se saldó con la destrucción nuestro pueblo y el abandono de su antiguo emplazamiento (ver «Siglo XII«).
Se tiene testimonio de Eusebio Lalana como pripietario de un molino de harina de Mianos en 1864, que muy probablemente sea el hoy recuperado. Su extensión era de 700m2 y, su valor, de 2.200 reales.
Antes de la Guerra Civil, entre 1932 y 1934, Mianos formaba parte, junto a Artieda, Miramont, Asso Veral y Villarreal de la Canal, de la red de la empresa Hidroeléctrica Ibera que conectaba Lafortunada (Sobrarbe) con Bilbao (línea roja) a pesar de que el molino principal de la Canal de Berdún era el situado en Puente la Reina de Jaca (línea negra). Para entendidos en molinos, esta situación era excepcional. En el este enlace (en inglés) puedes encontrar la información relativa a este párrafo y los sucesivos.

Esta situación cambia dramáticamente durante la guerra y la post-guerra. Dado que durante algún tiempo Aragón estuvo dividido entre el bando nacional y el bando republicano, Lafortunada dejó de producir electricidad y Mianos cambió su abastecimiento eléctrico. La línea de alta tensión desapareció y ésta paso a depender de molinos locales. En la siguiente imagen (ca. 1952) podemos ver cómo Mianos y Martes, por ejemplo, ya comparten línea eléctrica.

En verano de 2017, nuestra pequeña localidad decidió continuar con su labor de recuperación del patrimonio histórico, cultural y natural mediante el arreglo del paraje que rodeaba el antiguo Molino, que era imposible de atravesar. Este molino, cuando dejó de moler trigo, sirvió para abastecer al pueblo de energía gracias a un pequeño generador, tal y como hemos visto en las imágenes anteriores.
«El objetivo de estas labores es limpiar, mantener y poner en valor los lugares, edificios y enseres que antaño utilizaban los vecinos de la población«, afirmó en su día nuestro alcalde, Javier Samitier. «Poder ver y visitar enclaves como éste es crucial para que las nuevas generaciones conozcan en profundidad sus raíces, ya que tenemos una deuda de gratitud con nuestros antepasados. Muchos de ellos ya no están entre nosotros, pero tenemos que ser conscientes de que, con su esfuerzo y lucha constante, hicieron de Mianos el pueblo del que disfrutamos en la actualidad», agregó.
Esta labor de limpieza y acondicionamiento se llevó a cabo de manera voluntaria por un grupo de vecinos encabezado por el alcalde y el por entonces alguacil, David López, como tantas otras labores de similar índole, ante la incapacidad y el desinterés de las instituciones por mantener el patrimonio de pueblos como el nuestro. Mientras tanto, otras labores como el arreglo del tejado de la ermita de Casterillo o actuaciones de mejora como la adecuación de un solar ubicado en la zona de los huertos y el alcorce de Vaciones seguirán esperando.