Ermita de Santa Ana
Esta ermita fue levantada en el siglo XVII. Todo el perímetro interior del templo está recorrido por un pequeño banco de piedra donde, además, podemos encontrar una buena fuente de la que se pueden servir los peregrinos más sedientos.
Preside el templo el retablo barroco de Santa Ana (siglo XVIII) flanqueada en las laterales por las de San Juan (izquierda) y Santa Orosia (derecha). En el ático podemos encontrar una talla de San Miguel, vestido de guerrero y matando al demonio.
También se conservan una dos tallas policromadas dedicadas a San Joaquín y a Santa Ana.